Una opción estratégica
Hace muy pocos años la construcción de viviendas de alta gama era un pequeño segmento de mercado dentro del enorme negocio de la construcción de vivienda vacacional que abarcaba todo el litoral Mediterráneo. Solo unos años después, este segmento es el único que sobrevive generando riqueza y empleo en esta pequeña franja de costa que incluye Marbella, Benahavis y Estepona.
La construcción de cada una de estas viviendas moviliza a más de treinta empresas y profesionales de diversa índole: Agencias inmobiliarias, Bancos, Abogados, Notarios y Registradores, Arquitectos, Ingenieros, delineantes, topógrafos, decoradores, estructuristas, empresas de movimientos de tierras, fontaneros , electricistas, marmolistas pintores, jardineros, domótica y un largo etcétera. Una vez construida la casa, los propietarios contratan personal de mantenimiento y de servicio doméstico, empresas de seguridad, pagan impuestos de recogidas de basuras e IBI.
En términos de creación de empleo, la construcción de una sola vivienda de alta gama (consideramos vivienda de alta gama aquella que genera un coste de edificación no inferior al millón de Euros) puede llegar a crear más de 50 empleos directos y otros 150 indirectos y generar volúmenes de inversión medios de unos 4 millones de Euros.
En el año 2011 se construyeron en los municipios de Marbella, Benahavis y Estepona unas 60 viviendas de alta gama, generando un volumen de negocio de unos 250 millones de Euros, además de 1.000 puestos de trabajo directos y unos 3.000 indirectos sólo en los citados municipios.
Es importante tener en consideración, que el perfil del cliente que invierte en este tipo de viviendas, según la Encuesta de Gasto Turístico de España (Egatur), coincide con el de aquellos que más dinero gastan en sus visitas a nuestras costas. Es decir, que además de invertir más que nadie, gastan más que ningún otro turista por persona y día.
Finalmente, se trata de un sector que genera altos valores añadidos, es intensivo en diseño, tecnología y mano de obra especializada, es un negocio altamente sostenible y respetuoso con el medio ambiente, y además muy compatible con la tradicional imagen de calidad y exclusividad que Marbella transmite al resto del mundo.
Tenemos lo que pocos tienen en España: un sector que sigue funcionando, que esta basado en lo que se predica como “deseable” en este momento en toda la Unión Europea: Diseño, tecnología y sostenibilidad.
Marbella, Estepona y Benahavis deberían plantearse el turismo residencial de alta gama como uno de los ejes básicos sobre los que debería girar el posicionamiento turístico de la marca Marbella, favoreciendo y no dificultando el natural crecimiento del sector de la construcción de este tipo de viviendas y poniendo en marcha los mecanismos que faciliten la concesión de licencias, la inversión y la generación de empleo.
Javier Herrero Jiménez
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