La asociación de empresarios para la vivienda de alta calidad Dom3
plantea defender los criterios aprobados en 2018 en el nuevo PGOU de Marbella
El colectivo esperará a la publicación del Avance del PGOU para comprobar cómo se plasman los objetivos en medidas concretas
La Asociación de Empresarios para la Vivienda de Alta Calidad DOM3 ha señalado que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Marbella debe mantener los objetivos y criterios que ya fueron aprobados por el Ayuntamiento de la localidad en el año 2018.
Esta comisión de socios de DOM3 está dirigida por el abogado experto en temas urbanísticos Ignacio Pérez de Vargas, y forman parte también los arquitectos Rodolfo Baldrich y Paco Guillén, la paisajista Laura Pou y el presidente de DOM3, Jesús Sánchez.
Según explican desde esta asociación que persigue la alta calidad, DOM3 solo puede adherirse a los criterios y objetivos aprobados por el Ayuntamiento Pleno el 16 de mayo de 2018, debido al carácter genérico de los mismos. Por tal motivo, una vez se publique el Avance del nuevo PGOU, se examinará cómo se han plasmado estas indicaciones en medidas concretas, momento en el que se mantendrá contacto con el Ayuntamiento de Marbella por si algún detalle fuera susceptible de mejora.
En este sentido, desde DOM3, y tal y como en su momento se aprobó por parte del consistorio marbellí, se plantea un modelo de ciudad basado en un desarrollo urbano sostenible, aplicando las directrices de la Comisión Europea, en consecuencia, incorporando al futuro planeamiento los criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social. Igualmente, el nuevo documento deberá entender como residentes tanto a la población permanente como la población temporal. Marbella no es una ciudad compacta, sino polinuclear, basada en el modelo de la “ciudad jardín”, medida que también se plantea incorporar al nuevo PGOU.
Igualmente se recomienda el establecimiento de estrategias de renovación y regeneración urbana, paliando los déficits de infraestructuras existentes, en especial, en las urbanizaciones. En este sentido, se deberán coordinar las actuaciones sobre los centros urbanos (Marbella, San Pedro y las Chapas) con los desarrollos urbanísticos exteriores (urbanizaciones residenciales), en los que la dotación de infraestructuras y equipamientos, se impone como la gran asignatura pendiente del urbanismo en Marbella.
Por otra parte, la aprobación realizada por el Ayuntamiento sobre aspectos a tener en cuenta en el nuevo PGOU también recoge el establecimiento de un equilibrio entre los procesos de regeneración urbana y los nuevos desarrollos, la incorporación de vivienda protegida en aquellas áreas de suelo urbano donde la demanda lo justifique y la incorporación de la innovación y de las nuevas tecnologías como factor determinante del desarrollo económico.
El Turismo de calidad también aparece entre los criterios marcados, así como la necesidad de tomar como punto de partida la realidad urbanística existente en el municipio y no el planeamiento preexistente de 1986, poniendo así de manifiesto la voluntad de afrontar la problemática derivada de las edificaciones construidas, en contra de las determinaciones del PGOU de 1986, debido a la casuística que las mismas llevan consigo.
Cuantificar la población y sus posibles crecimientos, en función de la población real y no de la censada, es el objetivo final planteado para lo que será la principal herramienta de crecimiento de Marbella.